miércoles, 11 de abril de 2007
Palabras inconexas, Sonidos que fluyen...
Hago el intento de escribir todos los días, pero la experiencia me arrastra al olvido, a la no palabra, al silencio onomatopellico...
Uff!
Auch!
Hee!
Ay!
Uy!
Wep!
Shhh!
Ja!
Huu!
Miles de gestos se van tras las imágenes que quiero ver. Que deseo ver. Que creo ver. Que me enseñaron a ver. Muy pocos queremos sentirnos parte de la generalidad...muy pocos tenemos el valor de asumir nuestra condición de “hijos del espectáculo”...sin embargo, muchos son los que en el intento de obviarla realmente la padecen... Es la coacción...Ser originales...esa es la cuestión...movimientos masivos de opiniones dominan nuestro esfuerzo común de mantener esta sociedad libre de pecados...movimientos masivos del sentir, que alimentan calumnias de unos contra otros. Peliamos por tener el lugar ideal, que nos enseñaron a conseguir...
“sean eternos los laureles que supimos conseguir!!”
Aquí yace el mandato, aquí yace el pensamiento retrogrado, aquí yace el sentido patriótico que todos y nadie entiende...huellas de un ayer siempre triunfante...
Todo parece una cuestión de peso. El aire esta, pero no siempre lo sentimos. Así fabricamos miles y miles de civilizaciones que nos den argumentos validos, también por decreto de esas mismas civilizaciones, pero no nos detenemos a vivir nuestro tiempo interior. Nuestra voz silente. Que clama por ser descubierta, por ser escuchada, por ser ella una y todas, creemos en el fondo en esta humanidad, ni Dios, ni héroes, ni ídolos, ni ideales lograran llenar ese vacío que produce ser uno entre millones...ser Uno mismo, entre la generalidad bastardeada, entre la generalidad que también es un yo, entre la generalidad que nos da el tan buscado sentido de la vida, que no es otra cosa que lo que estamos haciendo. Hoy. Aquí. Ahora.
Si dejáramos de torturarnos mutuamente con los prejuicios de otros, llegaríamos quizás a escuchar esa voz de la autenticidad, del presente, del contacto con la tierra que irrumpe sin necesidad de brindar argumentos académicos, bibliografía, mas bibliografía, así vivimos de los muertos. Y cavamos fosas pero no sabemos morir.
Morir Oh!
Resplandor lejano
Auyentas con temor
A las almas inocentes
De la humanidad ilusionada.
Todo es
Nada es
Mientras tanto
Sacamos del baúl del recuerdo colectivo
Una humanidad que no quiere morir.
¿O será que no murió?
...¿Y si estamos enterrando vivos a los que creemos muertos?...
A.G.
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