jueves, 19 de julio de 2007

"Una Revolucion Mental"



...Si lo pienso y alguien mas lo ha pensado y alguien mas lo puede pensar, ¿porque no compartirlo?...

** (...Me parece que una clase completamente distinta de moralidad y de conducta, y una accion que surja de la comprension de todo el proceso del vivir, se han vuelto una necesidad urgente en nuestro mundo de crisis y de problemas en constante aumento. Tratamos de abordar estos problemas mediante metodos politicos y de organizacion, mediante reajustes economicos y diversas reformas; pero ninguna de estas cosas resolvera jamas las complejas dificultades de la existencia humana, aun cuando puedan ofrecer un alivio transitorio. Todas las reformas, por extensas y aparentemente duraderas que sean, son en si mismas causa de ulterior confusion y nueva necesidad de reformas. Sin comprender todo el complejo ser del hombre, las meras reformas produciran solo la confusa exigencia de mas reformas. Las reformas no terminan nunca y, a lo largo de estas mismas lineas, no existe una solucion fundamental.
Las revoluciones politicas, economicas o sociales tampoco son la respuesta, porque han producido tiranias espantosas o la mera transferencia de poder y autoridad a manos de un grupo diferente. Tales revoluciones jamas son la salida para nuestra confusion y para el conflicto en que vivimos.

Pero hay una revolucion que es por completo diferente y tiene que ocurrir si hemos de emerger de la inacabable serie de ansiedades, conflictos y frustraciones en que estamos atrapados. Esta revolucion tiene que comenzar no con teorias e ideaciones que, a la larga, demuestran ser inutiles, sino con una transformacion radical en la mente misma. Una transformacion semejante solo puede tener lugar mediante una educacion correcta y el total desarrollo del ser humano. Es una revolucion que ha de ocurrir en la totalidad de la mente, y no solo en el pensamiento. El pensamiento, despues de todo, es solo un resultado y no la fuente, el origen. Tiene que haber una una tranformacion radical en el origen mismo y no una mera modificacion del resultado. Al presente, nos entretenemos con los resultados, con los sintomas. No producimos un cambio vital desarraigando los viejos metodos de pensamiento, liberando a la mente de las tradiciones y los habitos. Es en este cambio vital en el que estamos interesados, el cual solo puede originarse en una correcta educacion.
La funcion de la mente es investigar y aprender. Por aprender no entiendo el mero cultivo de la memoria o la acumulacion de conocimientos, sino la capacidad de pensar clara y sensatamente sin ilusion, partiendo de hechos y no de creencias e ideales. No existe el aprender, si el pensamiento se origina en conclusiones previas. Adquirir meramente informacion o conocimiento, no es aprender. Aprender implica amar la comprension y amar hacer una cosa por si misma. El aprender solo es posible cuando no hay coaccion de ninguna clase. Y la coaccion adopta muchas formas, ¿no es asi?. hay coaccion a traves de la influencia, a traves del apego o la amenaza, mediante la estimulacion persuasiva o las sutiles formas de recompensa.
La mayoria de la gente piensa que el aprendisaje es favorecido por la comparacion, mientras que en realidad es lo contrario. La comparacion genera frustracion y fomenta meramente la envidia, la cual es llamada competencia. Como otras formas de persuacion, la comparacion impide el aprendisaje y engendra el temor. Tambien la ambicion engendra temor. La ambicion, ya sea personal o identificada con lo colectivo, es siempre antisocial. la asi llamada ambicion noble es fundamentamente destructiva en la relacion.
Es necesario alentar el desarrollo de una buena mente, una mente capaz de haberselas con multiples problemas de la vida como una totalidad, y que no trate de escapar de ellos volviendose de ese modo contradictoria en si misma, frustrada, amarga o cinica. Y es esencial que la mente se percate de su propio condicionamiento, de sus propios motivos y de sus busquedas...)**

** Krishnamurti, "El arte de vivir", Ed. Kairos, 2002, Barcelona, España.