jueves, 28 de octubre de 2010

...Palabras que se dejan ir...


Camino por las calles, frio primaveral puedo decir?...todo se puede decir...en mi las palabras se entrecruzan y forman caminos imaginarios en donde reposan nuevas mañanas, quizas otros llamen a esto futuro ó esperanza...Otros leeran solo los errores, que en mí son aciertos, erigiendose así en especialistas en la materia...
No me mueven las multitudes ensordecidas, me dan escalofríos sus miradas, buscadores de penas ajenas, buscadores que transan por una igualdad prefijada.
Ideologias que sustentan las masacres cotidianas, como pequeñas hojas van creciendo para esos sin esperanza que maldicen noches como éstas en las que una vez mas el destino demuestra nuestra fragilidad. Y comparan La muerte del General, la muerte del CHE con la de K.
Una fria noche primaveral en la que una vez mas se demuestra que es mas facil para la masa seguir ciegamente una ideología que la nueva latitud fundamental. La propia e inmensa identidad.
Pero concedo un minuto de silencio por todas esas almas muertas que dicen plegarias y escriben paredes, pues puede ser la forma de asegurar que jamás serán olvidados, aún despues de pasadas unas décadas ¿?...La muerte nos llega de todas las formas, y es posible que sea siempre sorprendente...
Esto es posible gracias a estar vivo, y estar vivo es posible gracias a la propia fuerza interior, a la voluntad de Poder, que ningún discurso alimenta, ni podrá quebrarla y que aunque puede llegar a moldearla, jamás podrá darle final...es preciso hablar de esta capacidad de guiar la propia vida hacia el encuentro con los otros, pero no de una forma revolucionaria'...tiene que haber otra forma...conocemos minimamente nuestro contenido, albergamos tantas dudas como certezas, sin embargo si se tiene la certeza de seguir a otro-Otro?...Finalmente caen mis parpados y comienzo a soñar, somos estrellas, cada una brilla en su solitud pero al verlas todas juntas se vuelve un espectaculo estelar capáz de iluminar un océano y más...si una de ellas cae, se despide como un rayo fugaz, alentando a los niños a pedir deseos, mientras tanto las otras siguen brillando en su soledad universal, esperando que el vacío las venga a apagar.***